lunes, 28 de diciembre de 2009

Hay Fuego En Mí Guitarra

Hay Fuego En Mi Guitarra

Hay fuego en mi guitarra,
el cielo se derrumba,
la noche asilada duerme en garitos,
un niño envidioso posee las estrellas,
nace un rascacielos de mi plexo solar.

La pared babeada, pobreza de ojos negros,
poeta borracho predices miedos de agua.
Hablamos de las torres, las ingles nos duelen,
el oro del mañana se esfuma en un sueño real.

Cultivo flores, flores de neblina,
lunas de hojalata, cableo el firmamento.
Me enredo en tu sexo hasta llorar.
El mar es rojo, viejo Jesucristo besa mi mejilla,
cura lo que ha visto
mi alma que vaya en paz.

Tengo hambre de calor, tengo hambre de justicia.
Y busco alrededor la piedra y la caricia.
Ve a juntar aquellas voces, prende el fuego de la salvación.

Ampárame de noche, despídeme de día.
Difícilmente encuentro la dulce melodía de ayer.
Tienes mucha razón ¡oh, Lucila!
La verdad está en el corazón.

Juvaya Tai A Liyari
(Alma, Fuego y Corazón) 

Tu Cama

Tu Cama 
Tu cama es el desierto del Sahara.
Tu cama ha extraviado a los tunantes.
Tu cama es una trampa.
Tu cama es una tumba de amantes.

Tu cama es un dolido crucifijo.
Tu cama es la canción de un moribundo.
Tu cama es un castigo.
Tu cama es lo que Dios nunca dijo.

Tu cama, un violín.
Tu cama, una manda.
Tu cama, un polvorín.
Tu cama y una manta de clavos.
Tu cama, un ladrón.
Un paria rogando.
Tu cama, un dragón.
Tu cama y un apando de esclavos. 

Tu cama es un rosario de suicidios.
Tu cama eres tú abandonada.
Tu cama es una cita en medio de la nada.

Tu cama es una ofrenda de huesos.
Tu cama es un mastín si bozal.

Tu cama es un reto.
Tu cama es un hermoso rosal.

Tu cama, un violín.
Tu cama, una manda.
Tu cama, un polvorín.
Tu cama y una manta de clavos.
Tu cama, un ladrón.
Un paria rogando.
Tu cama, un dragón.
Tu cama y un apando de esclavos.

Blues Nocturno

Blues Nocturno

El blues de noche se mete a la cama de las niñas buenas,

les hace el amor y les deja una flor entre las piernas.


El blues de noche resuena en el antro de mi corazón,

me hace bailar desnudo, completamente desnudo para ti.


El blues de noche nos confiesa quien ha perdido el amor,

quienes dejamos la cama oliendo a pasión.


El blues de noche nos reanima, nos da valor,

para sanar heridas, para seguir vivos tú y yo.


El blues de noche jala la tarde con sus guantes negros,

nos hace el honor de estrellar el mar y el cielo.


El blues de noche se adueña de tu rincón, 

te quita prendas, te da en silencio tu propia voz.




Luna de noche a noche como eslabón de plata en esta y otras oscuridades;

luna que ilumina la fémina tierra lumínica en los cuartos de hoteles caros y humildes;

luna arábiga, luna babilónica, ilumina a mis vagos que ya se mueren de cirrosis y neblina;

ilumina a mi amor su abertura jugosa delirante de pasión,

ilumina su almohada, su toalla, sus cobijas,

el tránsito de su pecho a las gardenias.

Luna mía, taza de leche en la cama, ilumina a Dios padre, poderoso sol.


El blues de noche, fuego en los huesos.

El blues de noche, apaguen la luz.

El blues de noche, tu rostro hermoso.

El blues de noche, muerdo tus labios.

El blues de noche, froto tu carne.


Quiero algo tuyo que pueda quitarte con la lengua.


Blues de Noche

El blues de noche se mete en la cama de las niñas buenas.
Les hace el amor y les deja una flor entre las piernas.
El blues de noche resuena en el antro de mi corazón.
Me hace bailar desnudo, completamente desnudo para ti.

El blues de noche nos confiesa quien ha perdido el amor.
Que les dejamos la cama oliendo a pasión.
El blues de noche nos reanima, nos da valor para sanar, para sanar heridas.
Para seguir vivos, para seguir vivos tú y yo.

El blues de noche, dejada la tarde con sus guantes negros, nos hace el honor de estrellar el mar y el cielo.
El blues de noche se adueña de tu rincón, té y las prendas.
Te da en silencio, te da en silencio tu propia voz.

No voy a regalar ningún blues ciego a la muerte.
Si bien me he desmayado y perdí mi olor ante ti.
Debes escuchar los arpegios del amor.
Nada te compromete a sentir algo por este inmundo.
Soy como cualquier vago usurpando al ángel.
Quizá no me invites a tu casa.
Quizá pospongas el encuentro.
Pero no importa, debes escuchar los arpegios del amor.
Por eso te permito caminar sobre mi espalda, no te (¿perderás?) te lo prometo.
Todas las imperfecciones de mi alma forman un mapa interesante camina incluso sobre mi alma.
Pero escucha los arpegios del amor.
Soy un alcohólico que detuvo sus pasos a la entrada del bar y siguió de largo y dio contigo cara a cara.
Tu sonrisa se grabó en mi frente.
Tu sonrisa al rojo vivo se volvió una cicatriz, una cicatriz feliz en mi frente.
Escucha los arpegios del amor, mi vida.

El blues de noche, fuego en los huesos.
El blues de noche, apaguen la luz.
El blues de noche, tu rostro hermoso.
El blues de noche, muerdo tus labios.
El blues de noche, froto tu carne.

Quiero algo tuyo que pueda quitarte con la lengua.








Me Quedé Sin Ti

Me quedé sin ti 

Cuando muera quiero recordarte con amor, tu voz con amor,

tu oreja con amor, tu nariz, tu tacto, tu silencio con amor,

en un soplo divino, mientras en éter me transmuto,

mientras agujas y oxígeno y máquinas de luz y arterias de plástico que mías no son,

con amor recordarte. 


Dijiste quiero vivir sola, en medio de esta marea densa de difuntos urgentes

por yacer dentro de la tierra, como germen es raíz,

me pregunto: ¿sola de qué, sola de quién, para qué sola, desamada mía?

Solo dejaste mi armazón dislocado, mis palabras rotas,

solo el corazón floreado por tus disparos de ausencia,

solo yo con esta enfermedad que puse en nuestra mesa como un pan para compartirla,

solo yo cuando te fuiste frívola y aventurera a ser arquitecta de una casa que no es tuya.

Mandaste mensajes muchos de culpa y vacío,

porque cuando te busqué en nuestro lecho se partió la cama.

Me hundí yo con mi nunca nacido hijo, con mi múltiple sensibilidad de poeta herido,

con la promesa de un futuro desnutrido.



Cuando muera quiero recordarte con amor, pero hoy, vida, no he podido.


Me quedé sin ti, sin documentos,

en el trámite del día a la noche,

y en la prisión el corazón herido,

me puse a cantar a coro con los bajos,

me quedé aquí deshecho,

como un periódico roto, muerto de lluvia,

sin compasión me abandonó tu amor a la intemperie.


Lección de Vida

Lección de Vida 

Si la muerte se arrepiente de arrojarme a un cajón,
tocaré un par de blueses antes que se apague el Sol.
Una extraña enfermedad se alojó en mi habitación.

Mis amigos verdaderos me han traído de comer,
me dejaron una vela y unas plumas de un halcón.
Un peyote me protege de la trampa y la traición.

Los chamanes me enseñaron la visión al interior,
me dijeron que el desierto se camina con valor,
que el guerrero llega lejos, aunque sea con bastón.

Si la muerte se arrepiente de arrojarme a un cajón,
tocaré un par de blueses antes que se apague el Sol.
Una extraña enfermedad se alojó en mi habitación.

Un saludo a mis amigos de banqueta y callejón:
los poetas del abismo, los rupestres del amor.
Tomen mi lección de vida y también mi corazón. 


Tres Días

Tres Días

Ayer no llegué a dormir a casa,
alguien me detuvo la noche.
Y no recuerdo los ojos de esas horas,
ni quién me amorató el cuello.

Ayer no llegué a dormir a casa,
un perro me robó la madrugada.
Las luces de neón y el terciopelo,
los besos de la boca y la neblina.

Tres días en el fuego de la calle,
rodeado de amigos queridos 

que han perdido la fe y el pelo.

Tres días en el polvo de la calle,
ausente y molido a golpes.
Nadie te quiere como yo.


Me dicen te fuiste tan llorando,
alguien te envió el semblante gris.


Tres días en el polvo de la calle.
Los vientos del norte están aquí,
los muertos amores aquí.
Cientos y cientos de amores.

Blues del Missisipi

Blues del Missisippi 
Llévame al Missisipi, no conozco esa niebla.
Soy el único hombre en la Tierra que labora sin paga.
Soy el último hombre en la Tierra al que querrías amar.

Llévame al Missisipi no conozco esa niebla.
Soy el único hombre en la Tierra que duerme sin paz.
Soy el único hombre en la Tierra al que querrías amar.

Dime la verdad, ¿te vas con otro?
Quítame el puñal del pecho,
soy un perro celoso.
Me perdí el lado bueno de la vida,
me rompí a los trece.
Quise vivir y morir contigo,
y moriré solo.

Llévame al Missisipi en un tren de niebla.
Soy el último hombre en la Tierra que querrías amar.

Llévame a ese lugar donde no hay olvido.
Llévame, dulce amor, a tus pies de niebla.

No conozco esa niebla.

La Bacha

La Bacha
Ya se acabó la bacha, tú la mataste.
Y se nos vino encima la tristeza.
La soledad de México es pura patria.
Quiero salir flotando por la azotea.

Háblame, amor, ¿qué pasa? ¿Por qué estás ebria?
¿Te visitó de nuevo la muerte coja?
Te manoseó y te dijo “nos vemos pronto”.
Viene por ti, por mí, por estos drogos.

En la intemperie cruda de esta llovizna,
andamos sin calzones, sin corazón.
Ahí está la noche sola llorando voces,
buscando un amorío y un pantalón.

Pues de una vez, cabrones, ¡Brindemos todos!
Ya se acabó el desmadre, prendan las velas.
Porque la vida a oscuras ya no es la vida.
Porque la vida es para saber morirla.

Ya se acabó la bacha, tú la mataste.
Y se llenó la noche de carcajadas.
La soledad de México es pura rabia.
Quiero salir flotando por la azotea.

Pues de una vez, cabrones, ¡Brindemos todos!
Ya se acabó el desmadre, prendan las velas.
Porque la vida a oscuras ya no es la vida.
Porque la vida es para saber morirla.

Ya se acabó la bacha, tú la mataste.

Mercado de Ángeles

Mercado de Ángeles
Un hombre con su revólver de pensamientos,

mató la Luna, mató al Sol, mató a mi amor.

Otro con su aliento de sal de muerto,
rozó la piel, la negra piel, la piel de Dios.

Yo enmudeció cincuenta años de filo,
con la cara enterrada en la almohada, en la nieve, en la nada.
 

Me enjuagué la boca con gasolina,
me llené las venas de hielo seco
y escupí azufre a los necios,
a los convencidos de su idiotez.

Yo denuncié a los Legionarios de Cristo,
a los pederastas del púlpito,
a esos viejos que buscan carnada en la religión.

Enjuagué su boca con gasolina,
rellené sus venas de crucifijos,
escupí azufre a esos necios,
a los que bendicen su sombra en nombre de Dios.

Yo descubrí a los poderosos del reino,
a los que procuran con vino y sexo al querubín,
a ese monstruo precioso que se cena chiquillos

del mercado de ángeles del país.

Un hombre con sus antenas de mala vibra,
quemó la silla donde fumaba mi mariguana, mi girasol.

Otro con su ladrido de perro enfermo,
mordió mi alma, mordió mi oreja, mordió a mi amor.

Aquí no brama el bello mar,
aquí se aprende a presagiar.
La calle exhala perdición,
nadie salva la nación.


Viaje Personal

Viaje personal
Si eres un animal que se debe vestir con escudos de barro para ir a trabajar,

toma rumbo, la jungla es por allá.

Si eres un criminal al querer resolver la injusticia de la sociedad,
rompe rejas y busca un arsenal.
No te pierdas en tu viaje personal.

Si eres una voyeur que disfruta mirando las furias del sexo tras una pared,
no te culpes, a Dios le gusta ver.
Quieres aprobación:
ponte un traje de mono,
alaba al vecino,
dale a tus amigos la razón y ladra para mí.

No te pierdas en tu viaje personal.

Si eres un ángel más que se encuentra perdido en las calles del D.F., infierno terrenal,
no te asustes, somos muchos más.

Si eres un bebedor, un alcohólico, un místico, un coco de noche, un amante de la aguja,
haz tu vuelo y vuelve pronto aquí.

No te pierdas en tu viaje personal.

Mi mente llena de voces arteria, periférico, susurros, miedos
¿Soy lo suficiente bueno?
Te amo, ¿tú me amas?
Madre, te amo, ¿tú me amas?
¿Madre, me amas?
¿Dónde está el corazón?, ¿en el callejón?
¿Dónde está mi voz?
Mi voz son pensamientos,
corren como perros locos, como autos, desvarían
¡voy a enloquecer!

Decidiste cambiar y volverte cristiano,
o viste al demonio y dejaste de pecar,
ten cuidado, tu sombra sigue atrás.

Tienes una razón para hacerte el imbécil
y buscas ampararte en la obscuridad,
da la cara, tu vibra llega igual.

No te pierdas en tu viaje personal.

Sobre Mesones

Sobre Mesones 

Sobre mesones, con el abrigo de un primo muerto,

atisbando la tarde de vez en vez;
el frío abofetea a cuantos rostros se encuentra,
la acera llena de espinas me sangra los pies.

Una extraña manera de practicar el silencio,
una sencilla forma de desechar la amistad.

Cigarros para un tranvía de momentos,
cigarros usados que habrá de devolver,
cigarros para ocultar la tristeza,
cigarros prendidos sobre heridas de amor.

Una extraña manera de practicar el silencio,
una sencilla forma de desechar la amistad.

El cielo cableado por un afán misterioso,
enreda la Luna de mis musas de burdel.

Las avenidas mugrosas de polvo sideral,
desechos cósmicos, residuos de Dios.

Una extraña manera de practicar el silencio,
una sencilla forma de desechar la amistad.

Narcos y curas, princesas y putas;
Marthas y Foxes, bendito reino animal.

Un barco pirata navega en el cielo,
piratas las nubes, pirata FeCal.

Una extraña manera de practicar el silencio,
una sencilla forma de desechar la amistad.
Mi casa no da hacia un gran porvenir,
no puedo evitar sentirme miserable.

Intro Aliento de Fuego

Intro - Aliento de Fuego

¿Por qué no salimos de aquí?
¿Por qué no martillamos las rejas?
Quizá el velador no está dormido
y afuera encontremos la ternura de los perros en brama,
a la muerte abrigando sus alas del acoso de los hombres,
a la madre contra el hijo, al hijo contra la hermana,

a la hermana contra el padre y al padre en un filo de navaja.

Huyamos de la espantosa ingenuidad del rostro hinchado de la gente “buena”,
busquemos en los pasillos de la vecindad, dentro de los camiones,

algo que ayude a transmutar los elementos, el cobre en oro, el smog en diamantes.
Busquemos más allá del poder de un loco:
en la boca del primer hijo, en la boca del primer hijo.
Y si nada encontramos, descósase el cielo y vénganos, señor, tu reino con todo y muebles,
vénganos visiones, mentiras, invenciones,
vengan locos al circo de las aburriciones,
que hacen falta ángeles, héroes y una dictadura de niños.